Mundos

Amaría un témpano temprano
recuesto sobre ti
mujer pudiente la muerte
debes ponderar

la falda del ancestro
sus pretéritas enseñanzas
¿y sus malicias?
¡si el perdón es justo!

no calles que escucho
tu silencio perfecto
al sol y lunas descansa
sobre la palma de mi mano

elévate momentáneo derrumbe
vuélcate en tu mirada vidriosa
tiéndete sobre el espejo
has que se viertan tus palabras

con cadencia de arcilla
para nadie para vos
en el imperfecto callejón
que abriré en ti tan urgente

con flores descalzas y sigilosas
ahuyentaremos los portales
de la infame y tétrica perdición.

Publicado por Julián Emiliano Ayué

Periodista Trunco. Productor Asesor de Seguros.

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