¿Existe la palabra del árbol?

Ayer caminaba en la montaña y sucedían situaciones y surgían imágenes de las que uno no puede dejar de fotografiar. Una de ellas fue la que acompaña este texto, que me hizo recordar otro momento que compartí con mi pequeña sobrina, hace tiempo, donde me había expresado su profundo aburrimiento a lo cual, entonces, le

Alas

Miré el tortuoso tronco porque quería ver aparecer una mariposa de amplias alas, justo cuando hablaste de melodía traída de aquel rancho, donde aprendiste las verdades que intentaban ultimarte, sin lograrlo porque tu fino cuerpo, sin armadura, cruzaba como un corte energético los senderos de la sociedad impostada. El llegar al amanecer me significó tu

Aguaceros

Prisión estipulada en los quehaceres oblicuos. Se enciende el oleaje y zumban las latas del humor. La página surcada por el lápiz. El ojo abollado –el otro absorto- tritura la pereza del deseo; el tercero cerró el párpado. Desenvolverse con capricho lujurioso moliendo el sentir del pecho abierto intenso. Y el sexo importa tres vacíos,

Con Damián

… balancearse al resguardo, al tiempo en que la mente vacía comprende los instantes en que se ama la tríada en consonancia y digo sí y no: cómo es posible que percibamos y no veamos. Un despertar medido que atrapa la danza de los abrazos esparcidos en el ambiente monosílabo del suspiro que se desvanece

Nublarme

Quisiera en las alturastemerario cóndorpuliendo el cielonublarmey no por los dioses. Al recopilar tu divinidadal tiempo quisiera allá lejossigas estandojunto a mí.

Cabizbajo (haikus)

Con la tristezase llega lejos cuandose anda solo. El mar de todoses como mi mareo,me desconoce. Con las verdadesno se juega pero conlas mentiras sí. La poesíadice honduras que laprosa callará. La madrugadapasa tan lentamenteque apacigua. ¿Romper el alma?Desiste, hay escasesde accesorios. Estas angustiastrajo el crepúsculoy no se fueron. En el vuelo seaprende que las

Mecha

Un vidrio que resplandece la opacidad, collage espiritual con las ondas sonoras de la esperanza. La mujer dividida en dos siluetas, aunadas. Mecha de papel para encender este tramo de la vida. ¿Tienen alguna especie de continuidad los tramos? La tos marca la ruptura. Caballos mecanizados he visto por algún lugar férreo. Una antigua y

Perturbado

Costa insostible que desadministra mi caminar. Un alocado lugar. Atrapado por las garras del medible fracaso. El ocaso que deambula en volutas como recuerdo de una vana charla de lo accesible. Ahora gime el decoro de los espacios. Imagino tripticas gotas que nublan los suburbios. Las posibilidades se disuelven en esperanzas. Los relativos malestares subsumen

Mundos

Amaría un témpano tempranorecuesto sobre timujer pudiente la muertedebes ponderar la falda del ancestrosus pretéritas enseñanzas¿y sus malicias?¡si el perdón es justo! no calles que escuchotu silencio perfectoal sol y lunas descansasobre la palma de mi mano elévate momentáneo derrumbevuélcate en tu mirada vidriosatiéndete sobre el espejohas que se viertan tus palabras con cadencia de

Podría ser equilibrista

Texto publicado-impreso en lo que se llamó Libreta de Hojas Parlantes, 2013. Descontrolada imagen presente en la cosecha de la memoria: curtiembre. Cuando destella la turbia hondura y avistan los ásperos dichos en las glándulas. Y la estaca que clávase en la mente. Un presunto venir descoloca la pose. Lonja brillosa en un picaporte de